La luz perfecta
Creo que todos los que hemos hecho fotografía alguna vez podemos estar de acuerdo en que, la luz natural más favorecedora y más fácil de utilizar es, o una de dos, el atardecer o el amanecer. Yo a lo largo del tiempo que he practicado la fotografía me he percatado de este hecho, este tipo de luz es utilizable sobre cualquier objeto, especialmente personas. Normalmente varía según el color de atardecer o amanecer, llegando a cubrir un rango de colores desde amarillos hasta violetas.
Aquí tenemos dos ejemplos de esta luz sobre objetos, realza a la perfección sus formas y colores, podemos posicionar el punto de luz (el Sol) en diferentes ángulos respecto al objeto, dependiendo del efecto que queramos conseguir. En la primera fotografía el Sol se encuentra a la derecha del edificio, creando un pequeño reflejo amarillo anaranjado en él, pero a la vez se ven los colores en degradado del atardecer por detrás. En la segunda la luz estaba ubicado detrás mía, o sea, delante del ramo, aquí intensifica los tonos violetas y marrones de la flor.
Estos son tres ejemplos de luz sobre una persona en el atardecer. Las que están a los lados son una exposición directa, se puede observar un tono anaranjado la primera con menor apertura del diafragma haciendo la foto más oscura centrando la atención a su vez en el fondo, resaltando las formas con esa tonalidad tan características. Por otro lado, en la segunda, es complicado no quemar el fondo y a la vez mostrar el color propio del objeto, por eso aquí el fondo no presenta su verdadero color pero si la persona.
Mi opinión personal es: la mejor luz, dentro de los atardeceres y amaneceres, se consigue en otoño.
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