El guardián entre el centeno
Título: El guardián entre el centeno (The catcher in the rye)
Autor: J.D Salinger Nº páginas y editorial. Edición: 226. El libro de bolsillo, 1996 Año publicación: 1951 (Traducción del 1961) Género: Novela filosófica, realismo literario.
Resumen completo:
Holden Caulfield es un adolescente de 17 años muy problemático. De hecho la historia empieza contando cómo pasa las últimas horas en Pencey, el colegio del que lo han expulsado. Después de volver de Nueva York y tras haber perdido el equipo de esgrima en el metro, se acerca a la casa de uno de sus profesores y hablan del futuro, que no le preocupa mucho a Holden. Cuando se cansa de estar allí, se excusa con una mentira para irse a su cuarto, miente fantásticamente al parecer. Al llegar, su compañero de cuarto le pide algo de ropa para salir con una chica, que al parecer lo conoce. Jane y él solían jugar a las damas. Antes de irse Stradlater le pide que le haga una redacción describiendo un objeto. Y cuando decide hacerla del guante de béisbol de su hermano Allie, que murió por leucemia, cuenta lo especial que era y lo mucho que le dolió su muerte. Una vez que Stradlater regresa, se pelean después de hacerle muchas preguntas. Hasta que decide que ha tenido suficiente, y aunque no tiene que irse hasta mitad de la semana, recoge sus cosas y se va de Pencey, pensando en quedarse en un hotel hasta que se atreva a contárselo a sus padres. En el tren, conoce a la madre de uno de sus compañeros y le cuenta un montón de mentiras, incluso la invita a una copa que ella rechaza. Al llegar a Pennsylvania, sube a un taxi para ir a un hotel y al llegar, llama a una chica de la que le había hablado un amigo, pero no puede quedar con él. Entonces decide bajar al salón del hotel, y ve a tres chicas, aunque realmente solo le llama la atención una de ellas y la saca a bailar. Luego le hacen pagar las copas, y se enfada porque el camarero no ha querido servirle alcohol. Como no tiene sueño, se va a escuchar a un pianista muy famoso, pero que en el fondo no le cae bien porque dice que de saber que toca tan bien el piano se vuelve arrogante. Coge un taxi para llegar hasta allí, y de camino le pregunta al taxista que dónde cree él que van los patos del lago de Central Park cuando se hiela. Y el taxista todo convencido dice que se quedan debajo del hielo. Al día siguiente llama a Sally Hayes, una chica con la que solía salir y se van juntos a patinar. Se acuerda mucho de su hermana Phoebe y por la noche, después de emborracharse, va a su casa. Por suerte sus padres no están y está un rato hablando con ella. Le cuenta lo de su expulsión y le confiesa que a lo que él quiere dedicarse, es a ser el guardián de los niños que juegan entre el centeno.
Valoración:
Definitivamente, uno de los libros más extraños que he leído. En ocasiones me hacía ponerme un poco a la defensiva, y ver las cosas algo pesimistas. No me gusta que se generalice demasiado o se exagere, y el protagonista lo hacía todo el tiempo, lo que me hacía preguntarme si de verdad alguien puede ser así y no hacer nada para cambiarlo. Está narrado en primera persona, que lo hace más intrigante, pero no he conseguido ponerme en su lugar en muchas ocasiones. Por supuesto que tiene reflexiones muy divertidas y profundas, y una perspectiva única del mundo. De cada cosa que le fascina, le molesta o le llama la atención te hace un monólogo con miles de razones por las que piensa eso. Hace de las cosas triviales un drama, y sin embrago, asuntos más transcendentales, casi que los deja pasar sin importarle demasiado.
Un libro muy diferente, con un protagonista peculiar que te enganchará, aunque sea para ver si puede divertirte igual de rápido que enfadarte.
Frases destacadas:
“No sé por qué hay que dejar de querer a una persona sólo porque se ha muerto. Sobre todo si era cien veces mejor que los que siguen viviendo”
"¿Te has hartado alguna vez de todo? - le dije- ¿Has pensado alguna vez que a menos que hicieras algo enseguida el mundo se te venía encima?"