Mi compañera de viaje, Canon 1300D
Después de varios años utilizando la Canon 300D, esta, con más de una década de antigüedad, me pidió a gritos una jubilación. Así que tras una actualización de material, me agencié ,durante el verano de 2016, la Canon EOS 1300D. Y hasta el día de hoy a sido mi fiel compañera durante todos mis viajes y salidas de relajación que acaban en sesiones fotográficas.
Canon en 2016 puso a la venta una nueva reflex con la intención de ofrecer a personas interesadas en fotografía, una cámara profesional a un precio asequible. Y a mi parecer, lo consiguió. Esta cámara tiene un sensor CMOS APS-C (23.5 x 15.6 mm) de 18 megapíxeles, capacitándola para hacer fotografías de alta calidad. Tiene una pantalla de 3 pulgadas fija, pero no táctil, lo que en ocasiones se echa de menos por su facilidad de manejo. A parte, realiza videos en Full HD 1080p.
Durante el tiempo que la he utilizado la experiencia ha sido magnífica, no me ha causado ningún problema y tengo intenciones de quedarmela hasta que esta me deje. Una de las opciones que trae esta cámara y que debería ser instalada en el resto de las cámaras que Canon produzca, es la función Wi-Fi. Te ofrece la capacidad de conectar la reflex con cualquier dispositivo cercano que tenga la aplicación Canon. He sido capaz de enviar fotos directamente desde la cámara al móvil con toda la calidad en menos de un segundo. A su vez, te permite utilizar, por el ejemplo, el móvil como disparador remoto, apareciendo la imagen de el visor en el móvil y pudiendo cambiar los parámetros de luz desde este. Facilitando mucho el proceso, especialmente en autoretratos o largas exposiciones.
Sólo puedo sacarle una pega a esta cámara y es la lentitud de enfoque automático cuando utilizas la pantalla en vez del visor. Siendo la alternativa más rápida utilizar el enfoque manual. Pero aún así, en su totalidad, es un cámara que igual calidad a precio, incluso diría que lo supera.
